In/Yo – Equilibrio y dualidad
In
Yo son los caracteres japoneses para los conceptos de Yin Yang, e igual que
estos, hacen referencia a la dualidad que existe en el universo. Una dualidad
“no real”, como luego veremos, pero intrínseca en su aspecto más visible.
El término In/Yo está relacionado con el “Magnetismo”, lo que vendría a ser la idea de que si una de las polaridades disminuye, la otra aumenta y viceversa, es el principio de interdependencia, uno no puede existir sin el otro. Esto se puede observar en la naturaleza fácilmente, un ejemplo es el cambio del día a la noche, en cuanto aumenta la oscuridad, la luz disminuye, y esta sinergia continúa sin descanso, transformándose y volviendo a empezar. Vendría a ser lo mismo nuestra respiración, inhalación, exhalación, una precede a la otra, es un cambio constante, el movimiento de la vida.
La energía se mueve circularmente, pero como existe esa dualidad, no podemos fijarlo en un círculo, sino que tenemos que hacer dos, y la forma de que fluya en los dos sería con el movimiento de infinito ∞ por lo que esto nos sugiere que el equilibrio se encuentra dentro del movimiento.
Podemos observar como la vida se rige por la dualidad de estas dos energías opuestas, pero a la vez las dos partes están dentro de un todo que las engloba. En la filosofía taoísta, este Todo inmutable es el Tao que está formado por la unión entre Yin y Yang. Esta unión de polaridades es lo que nos sugiere la idea de No-dualidad donde todo está conectado siendo parte de un Todo mayor.
“In” viene a ser el lado femenino, lo sutil, la oscuridad, el
frío, contracción; y “Yo” el lado masculino, lo sólido, la luz, el calor,
expansión. Nos describe una realidad donde todo tiene su opuesto, aunque este no
es absoluto, sino relativo, lo que quiere decir que nada es completamente uno o
el otro, sino que cada fuerza tiene en su interior su opuesta.
El término In/Yo está relacionado con el “Magnetismo”, lo que vendría a ser la idea de que si una de las polaridades disminuye, la otra aumenta y viceversa, es el principio de interdependencia, uno no puede existir sin el otro. Esto se puede observar en la naturaleza fácilmente, un ejemplo es el cambio del día a la noche, en cuanto aumenta la oscuridad, la luz disminuye, y esta sinergia continúa sin descanso, transformándose y volviendo a empezar. Vendría a ser lo mismo nuestra respiración, inhalación, exhalación, una precede a la otra, es un cambio constante, el movimiento de la vida.
Siempre se está hablando del “equilibrio”, encontrar ese
centro donde está la paz y permanecer ahí, ecuánime, sin que nada te afecte; pero
creo que la idea de equilibrio sugiere otra cosa. Si tenemos en cuenta el
concepto de magnetismo, ya no pensamos en un punto central de balance, porque esto
sería una neutralidad forzada, como reprimir el flujo de vida para que esté
controlada, y este control (negativo en este caso. * Hablamos del control en
otro articulo » Control sin Control) pretende detener el movimiento de cambio. Es como
pretender quedarnos en el amanecer o el anochecer para siempre, no tiene
sentido, es solo un instante dentro del fluir de la naturaleza. Por lo tanto,
buscar un equilibrio en sí no es natural, el equilibrio se forma cuando se
engloban las dos partes en movimiento dentro del todo, y más que un equilibro
sería un estado magnético, donde cuando una polaridad aumenta, fuerza a la otra
a contraerse, y cuando una disminuye, fuerza a la otra a expandirse; pero esto
no significa que sea algo negativo, pues va a seguir esa tensión cambiando
constantemente. Solo resultará negativo en el caso de que se detenga el
movimiento, este sería el “desequilibrio”, no por la disminución o el aumento
en sí, sino porque hay un bloqueo que no permite que la energía se reequilibre,
o se reajuste. En el ejemplo de la respiración, es cuando se retiene (tanto en
la inhalación como en la exhalación) que surge el bloqueo y se frena la vida.
Algo que he experimentado varias veces es como mi cuerpo
atiende a estos parámetros sin yo ser del todo consciente, por ejemplo, cuando
estoy largas temporadas sin hablar, hay un día en que no puedo parar. Como hubo
un desequilibrio, hay ese reajuste al lado contrario. Y no es un problema en
sí, porque existe el movimiento, lo que me causaría mal en este sentido sería
que me quedase estancado en el no hablar sin poder hacer el reajuste. Y en lado
contrario, si estoy un tiempo en el que hablo mucho, siento que necesito un
tiempo para volver a mi interior. Si me forzase a estar “centrado” en hablar lo
justo, no dejaría a la energía fluir de todas formas, estaría reteniendo,
contrayendo la energía para que no se moviera, y al final acabaría agotado
(como ya me ha pasado también…).
La energía se mueve circularmente, pero como existe esa dualidad, no podemos fijarlo en un círculo, sino que tenemos que hacer dos, y la forma de que fluya en los dos sería con el movimiento de infinito ∞ por lo que esto nos sugiere que el equilibrio se encuentra dentro del movimiento.
En otro sentido, cuando hablamos de magnetismo, no solo está
la parte que atrae, sino la parte que repele. La naturaleza siempre juega con
esa tensión constante entre atracción y repulsión, ahí es donde algo se
mantiene a simple vista “estable”, porque el interior no aprecia cambio aunque
el exterior si lo haya, es, como ya dije, un equilibrio dentro del movimiento.
Es normal que en la vida haya momentos alegres y tristes
como consecuencia de ese flujo de cambio magnético, por lo que no podemos
pretender estar siempre en un estado sin que aparezca el otro, sino aceptar lo
que surge en el momento como algo que se está expresando. Esa es la forma que
tiene el cuerpo de “reajustarse”, por medio de las emociones que se expresan. En
ese sentido, reprimir una emoción que consideramos “negativa” como la ira o la
tristeza es contraproducente, pues estamos intentando forzar a estar en un lado
de la balanza, sin darnos cuenta que el hecho de expresar esa emoción es lo que
va a hacer que, naturalmente, cambiemos a otro estado o se transforme. El
“equilibrio” no estaría en vivir neutral, sin nunca sentir algo negativo, sino
que está en darse permiso para que haya ese movimiento interno, dar espacio y
aceptación a lo que surge en cada momento.
En la medicina china se tiene muy en cuenta los
desequilibrios energéticos en la causa de las enfermedades, un aumento del yang
(y disminución del yin) causaría unas
cosas, y al contrario otras distintas, pero el problema no es que haya este
aumento y disminución como ya dije, porque el cuerpo naturalmente se va a
reajustar solo, el problema es el bloqueo energético que causa que no se pueda
reajustar y se mantenga el desequilibrio por un largo tiempo. Por lo que, la
medicina china lo que hace es buscar la raíz de ese bloqueo a la par de ayudar
al cuerpo a hacer el reajuste. Va a ser de suma importancia la alimentación
porque cada alimento y la forma de cocinarlo va a aumentar o disminuir estas
polaridades, entonces es necesario cambiar en referente a los ciclos naturales
(por ejemplo invierno o verano por el calor y el frío es necesario una
alimentación diferente). También hay que tener en cuenta que cada cuerpo es distinto,
en la ayurveda se consideran tres tipos de cuerpos (vata, pitta, kapha) en los
que cada uno tiende a un elemento (agua, fuego, aire, tierra) y va a necesitar
una alimentación diferente para reajustarse.
Podemos observar como la vida se rige por la dualidad de estas dos energías opuestas, pero a la vez las dos partes están dentro de un todo que las engloba. En la filosofía taoísta, este Todo inmutable es el Tao que está formado por la unión entre Yin y Yang. Esta unión de polaridades es lo que nos sugiere la idea de No-dualidad donde todo está conectado siendo parte de un Todo mayor.
No se puede observar algo sin que haya alguien que observa y
un objeto que es observado, la dualidad se forma desde este principio, pero no
quiere decir que sea algo real, solo es necesaria para que podamos observar el
universo de forma materializada, nuestro cerebro lo necesita para entender las
cosas. Pero la dualidad se rompe una vez nos desidentificamos del “personaje”
que observa y nos damos cuenta que somos lo que intentábamos observar. No
significa que haya una unión, porque no se puede unir lo que nunca se ha
separado, sino que es un cambio de enfoque, un darse cuenta, dejar de
identificarse con la mente y el patrón de separación, para ver las cosas desde
la perspectiva de la unidad.
Por lo tanto, el punto al que quiero llegar es ese
equilibrio dinámico y dual dentro de la No dualidad, el cambio dentro de lo
permanente. Si fluimos con la vida, confiando en que todo lo surge es por algo
y sin intentar retener, forzar, o cambiar las cosas, estaremos en un estado
libre y de relajación de forma que nada nos causará un choque tan grande que
nos quedemos bloqueados, sino que podremos movernos y ver las cosas desde una
perspectiva mayor sin quedarnos en lo pequeño de los problemas. “Lo único
permanente es el cambio”, todo gira en forma de ciclos de vida y muerte, si
entendemos este principio, estaremos en sintonía con las fuerzas del Universo.