Mokuso ~ algunas ideas sobre meditación

El término “Mokuso” proviene de la tradición japonesa y vendría a significar “Mirar hacia el interior en silencio”. Está formado por los kanjis Moku  silencio y 想 pensamiento, y nos sugiere un estado de silencio mental. 




Toda meditación tendría el propósito de apaciguar la mente, pero a veces confundimos los objetivos al no tener claro qué es lo que significa “meditar”. En general, la idea que tiene todo el mundo es la de dejar la mente en blanco, que no haya pensamiento (Mushin - no mente 無心), pero esto, además de erróneo es imposible. Puede que con práctica y un estado de relajación profundo, consigas dejar la mente en blanco por unos segundos o incluso minutos, pero siempre surgirán nuevos pensamientos. Pero aun así, eso no es “meditar”, solo relajar la mente, o apaciguarla. Primero, lo más importante es dirigir tu atención a la respiración. Los pensamientos surgirán, pero no nos vamos con ellos, no llevamos nuestra atención hacia ellos, sino que los observamos sin apego, dejando que vengan y se vayan, volviendo a la respiración. Intentar “no pensar”, o contraer la mente para que no aparezcan pensamientos es un despliegue de energía que nos hará abandonar la meditación, ya que no habrá ningún fruto, solo agotarnos mentalmente. A veces también podemos estar en un estado de “no pensamiento” pero de forma evasiva, no pensamos pero no estamos presentes. Y la mente tiene muchas maneras de evadirse. 



Meditar es estar conectado con el momento presente



 Este momento es la vida, por lo que si dirigimos nuestra atención a este momento, nos damos cuenta de que estamos vivos, y en este instante, no importa nada más, todo es perfecto tal y como es. 


En vez de intentar no pensar, (y echarnos la culpa si en algún momento nos pillamos pensando), la idea es observar desde fuera, desindentificarnos de lo que sería el “nosotros”. Dejando que los pensamientos surjan y se vayan sin darles fuerza, igual que una nube aparece y se va. La mente es como un río, una energía que fluye, no podemos parar ese flujo pero si podemos redirigirlo, encauzarlo. Cuando leemos o escuchamos lo de “controlar la mente”, nos viene a la cabeza una idea de control negativo, como atar o ahogar. Pero ese “control” no significa esto, sino que es darle espacio pero dirigiéndola. Dejar que fluyan los pensamientos pero sin identificarte con ellos, dirigiendo tu atención a la respiración, o al corazón, para conectarte con el momento presente. Todo intento de “hacer algo”, de “aprisionar” los pensamientos, es una lucha con nuestro interior, y desde la lucha solo hay tensión y un estado de “forzar” las cosas, no permitiendo que el momento presente sea como es, sino como queremos que sea (en este caso, queremos que no haya pensamiento). La meditación de la que estoy hablando es todo lo contrario, no hay intención, objetivos, apegos, o lucha. Sino un dejar ser y solo observar, sentir el cuerpo desde la presencia. Estando en el presente, no hay espacio a los pensamientos, por lo que “el objetivo” es solo una consecuencia. 

Por otra parte, hay que distinguir también lo que sería el estado de “meditación” al de “relajación”, ya que podemos estar relajados pero no meditando. Pero, un estado de relajación va a ayudar a poder meditar. Por eso es importante bajar primero la energía al cuerpo haciendo algún ejercicio con ese propósito (el yoga por ejemplo, lo que busca es ese estado de relajación para poder meditar). Nos va a ser imposible conectar con el momento presente si tenemos la energía concentrada en la mente dándole importancia a los pensamientos que surgen (como problemas, situaciones del pasado o planes del futuro). 


Otro punto importante a tener en cuenta es nuestro “ego”. Todo lo que surja en la mente como “lo he conseguido”, “soy mejor que los demás”, “ese está haciendo tal cuando debería estar haciendo lo que yo…”,etc. son juicios, que solo le dan poder a nuestro ego, a nuestro “Yo” pequeño e identificarnos más con él. Es la misma cosa si las frases son negativas como “esa persona lo hace mejor que yo”, “es más que yo en este punto”, etc, porque seguimos identificándonos con ese “yo” pero infravalorándonos, es otra cara de la misma moneda. El ego nos va a decir que lo importante no es el momento presente, sino el futuro, que tenemos que hacer planes para cuando llegue. O removerá el pasado como si pudiera cambiarlo, intentando llevarnos a aquel lugar o situación, reviviéndola una y otra vez, dándose importancia, para que le cedamos el poder. Cuando meditamos empezamos a ser conscientes de las mascaras, de los miedos y de nosotros mismos. Es lo que Carl Jung llamó “Sombra”, todo lo que no nos gusta de nosotros o lo consideramos malo o poco valioso lo llevamos a un lugar oscuro porque el “verlo” nos hace daño. Pero es ese reconocimiento a través de la aceptación lo que nos permite liberarnos y ser nosotros mismos. 

En las artes marciales orientales, existen diferentes estados de la mente que se podrían llevar a la idea de meditación para ayudarnos a entender mejor ese estado. Cabe destacar, que todos parten del kanji Shin que significa “corazón interior”, lo que llamaríamos el espíritu, por lo que hay una interrelación entre mente ~ espíritu: 

  • Shoshin: Mente de principiante. Se refiere a no dejarnos llevar por el ego que “todo lo sabe” y “ya lo ha conseguido”. Ser siempre un principiante te da la posibilidad de seguir aprendiendo, y de ser humilde para ver que cada situación que la vida te pone es un aprendizaje. 
  • Zanshin: Estado de alerta. Es ese estar presente y ver las cosas desde una posición global, sin apegarse a un punto o dejarnos llevar por algo. 
  • FudoShin: Mente/Corazón inquebrantable. Tener la suficiente fuerza interior para poner límites y no transigir nuestros propios valores o nuestra integridad. 
  • Mushin: No mente. No dejarse llevar por los pensamientos, no desde el no pensar, sino desde el no ser una marioneta de la mente. 
  • Shinkai: Mente abierta. Ser capaces de ver que todo es parte de un todo mayor. Que existe una conexión que nos une al Universo. Por lo que no tiene sentido que haya prejuicios, desconfianzas, etc. 
  • Muga no Shin: No ego. No dejarnos llevar por el ego, sino ponerlo en el lugar que le corresponde. 
  • Shingen: Mente compasiva. Sólo desde el desarrollar un corazón compasivo, podremos estar en armonía con la naturaleza y los demás. 
  • Shingan: los ojos del corazón. Se refiere a que debemos vivir siendo sinceros con nosotros mismos. Que nuestra vida refleje nuestro corazón. 
  • Heijoshin: mente normal. Con normal se refiere a mantener la mente es su estado intrínseco, no dejarnos alterar por las circunstancias externas (Bampen Fugyo ~ que ni diez mil cambios te sorprendan)


Por otra parte, es importante aclarar que lo que llaman “Iluminación” o “Nirvana, no es más que estar en conexión con el presente. Es un estado disponible a todo el mundo en todo momento. No existe un camino para llegar, ni siquiera existe “el llegar”, porque ya estamos ahí, solo es darse cuenta. Si meditamos con el objetivo de llegar a esa iluminación, nos estamos perdiendo en un estado a alcanzar en el futuro, por lo que no estamos sintiendo que ya Es ahora. Es muy interesante analizar los verbos “Ser” y “Estar”. “Ser” se refiere a algo que ya es intrínseco, que no hace falta hacer nada, un árbol es un árbol, no necesita hacer un curso para aprender a ser árbol. Sin embargo, “estar” hace referencia a un estado en el espacio-tiempo. Cuando hablamos de la vida, el universo, la energía universal, o como quieras llamarlo, no podemos referirnos a ella con el verbo “estar”, sino que es algo que “es”. Y nosotros ya somos, sin tener que buscar nada, ni llegar a nada. Esto nos saca un peso de encima de “tener” que llegar a ser “alguien”. Siempre estamos en esa búsqueda de reconocimiento para tener la etiqueta de “valía”. Una carrera universitaria, una pareja, un trabajo, un móvil de última tecnología, etc. La sociedad siempre busca ese “Tener” para “Ser”. 

La meditación es una práctica, no para apaciguar la mente, sino para ser consciente de eso que ya somos, no es una búsqueda de algo, ni requiere de un esfuerzo de nuestra parte para llegar a algún lugar o estado. Sino que solo es ser consientes de que todo Es, y que todos formamos parte de ese Todo. Cada instante es una nueva oportunidad. 


A veces solo es necesario un instante en la naturaleza para darnos cuenta de la simpleza de la vida, una flor que se abre, el sonido del viento al amanecer, la alegría de un niño que juega, un abrazo, el mar en silencio por la noche, etc. Solo son instantes, pero concentran toda esa presencia dentro de ellos.

Greg Dl

Referencias:
http://www.abiyr.be/etats-esprit-budo-ethiques-en